LAPIDACIONES EN IRAN
Todas las penas de muerte son execrables, pero una de las más atroces es la lapidación. Parece mentira que en pleno siglo XXI se siga aplicando una práctica tan terrible.
En Irán a pesar de haber anunciado el fin de dicha práctica siguen muriendo personas lapidadas. En el mes de Diciembre murieron dos personas y otras diez corren el riesgo de morir de la misma forma.
Hace un tiempo me mandaron un vídeo de la lapidación de dos mujeres acusadas de adulterio. Estuve tentada de no mirarlo, pero me obligué a hacerlo. No puedo explicar la gran impresión que me causó ver como obligaban a las mujeres a meterse en un hoyo cubriéndolas de tierra dejando sus hombros y su cabeza al descubierto. Los hombres a cierta distancia y formando un círculo las miraban con odio y estaban impacientes por empezar a lanzar las piedras que no tienen que ser ni muy grandes ni muy pequeñas para que el sufrimiento de las pobres mujeres sea mayor y no mueran rápidamente.
No puedo olvidar la cara de pánico de aquellas dos infelices cuando empezó la lluvia de piedras. Faltaba un minuto para que acabase el vídeo y no pude continuar viendo semejante barbarie. Sabía como terminaba y no fui capaz de ver como seguían sufriendo dos seres humanos.
Espero y deseo que las autoridades del Irán y de otros países donde se sigue lapidando dejen de hacerlo, y que las mujeres que viven en esos países cuanto antes mejor, tengan el respeto y consideración que todo ser humano se merece.
En Irán a pesar de haber anunciado el fin de dicha práctica siguen muriendo personas lapidadas. En el mes de Diciembre murieron dos personas y otras diez corren el riesgo de morir de la misma forma.
Hace un tiempo me mandaron un vídeo de la lapidación de dos mujeres acusadas de adulterio. Estuve tentada de no mirarlo, pero me obligué a hacerlo. No puedo explicar la gran impresión que me causó ver como obligaban a las mujeres a meterse en un hoyo cubriéndolas de tierra dejando sus hombros y su cabeza al descubierto. Los hombres a cierta distancia y formando un círculo las miraban con odio y estaban impacientes por empezar a lanzar las piedras que no tienen que ser ni muy grandes ni muy pequeñas para que el sufrimiento de las pobres mujeres sea mayor y no mueran rápidamente.
No puedo olvidar la cara de pánico de aquellas dos infelices cuando empezó la lluvia de piedras. Faltaba un minuto para que acabase el vídeo y no pude continuar viendo semejante barbarie. Sabía como terminaba y no fui capaz de ver como seguían sufriendo dos seres humanos.
Espero y deseo que las autoridades del Irán y de otros países donde se sigue lapidando dejen de hacerlo, y que las mujeres que viven en esos países cuanto antes mejor, tengan el respeto y consideración que todo ser humano se merece.
Carmen
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