ENCINASOLA EN IMÁGENES

Pongo unas fotos de Encinasola que mi marido hizo los días que estuvimos allí, algunas son de calles del pueblo, pero la mayoría están hechas desde el fuerte de S. Juan, el fuerte de S. Felipe y la contienda.
Sobre el fuerte de S. Felipe, quiero decir que me parece una barbaridad la restauración a la que ha sido sometido. No puedo entender como la Junta de Andalucía y los responsables municipales han permitido que se cometa semejante atentado contra la historia de un pueblo. Entiendo y apoyo el disgusto que la mayoría de los marochos tienen por su total transformación.
El fuerte de S. Juan ha sido la primera vez que lo he visitado. La restauración que se hizo no tiene ni punto de comparación con la del de S. Felipe. Lo único que me parece fuera de lugar es la escalera de hierro que sube a la parte de arriba, creo que no tiene nada que ver con el entorno en el que está situada. La persona que está encargada de abrirlo en horario de visitas nos comentó que posiblemente la cambiarían por otra más acorde con el edificio.
Los alrededores del fuerte están limpios y bien cuidados con plantas y bancos para poder descansar después de subir la cuesta que a él conduce. Los cañones que hasta hace poco estaban enterrados en el pueblo se encuentran en el lugar que antaño ocupaban.
Dentro del fuerte está instalada una exposición de antiguos utensilios del campo y sobre la Contienda.
Desde la parte de arriba del fuerte se ven unas vistas preciosas del pueblo y sobre todo de los campos que rodean Encinasola.
En nuestra visita a la Contienda subimos al mirador, desde donde se contempla un bonito paisaje.
Decir que el mirador está muy sucio y estropeado es decir poco. Parece que las “personas” que más lo frecuentan son los gamberros, que se dedican a romper, estropear, pintarrajear y llenar la explanada y sus alrededores de botellas, plásticos y basura simplemente por divertirse. ¡Una pena!
Por último quiero decir que los días que he pasado en Encinasola han sido maravillosos, la gente es muy amable y agradable además de participativa en cualquier acto que se celebra. El pueblo es muy bonito y con un encanto diferente a los demás pueblos de la sierra. Y de los amigos ¿Qué puedo decir? Pues que les agradezco el cariño con el que me acogieron y el hacerme sentir como “una marocha más”.
Una cariñosa mención para nuestros amigos Isabel y Antonio que se desvivieron por que no nos aburriésemos en ningún momento !y vaya si lo consiguieron!.

Carmen