martes, 9 de septiembre de 2008

LA VIRGEN QUE VINO DE SEVILLA








Hace unos días estuve en Barbastro, en casa de mi hermana pequeña y como siempre que voy allí una de las primeras cosas que hice fué visitar a “nuestra Virgencita”, la que mis abuelos trajeron desde Sevilla.
Le hice algunas fotos y pensé en contar como había llegado a nosotros, espero que os guste mi pequeña historia.
Mi abuelo fue guardia civil y desde Barbastro lo destinaron primero a Tetuán y después a Sevilla. Con mi abuela y cuatro hijos, no puedo llegar a imaginarme el largo e incómodo viaje que hicieron ya que en aquellos tiempos los medios de transporte no tenían nada que ver con los que estamos acostumbrados a viajar hoy en día.
El año 1921 viviendo en la casa cuartel de Sevilla nació mi madre la menor de sus hijos llegó un poquito tarde ya que con su hermana mayor se llevaba veinte años.
En acto de servicio mi abuelo salvó la vida a un superior y le concedieron una medalla y la posibilidad de jubilarse. Con cinco hijos estaban deseando llevar una vida más estable y tranquila así que decidieron volver a su tierra, por entonces mi madre tenía tres años.
Mis abuelos eran personas muy religiosas y creyentes, por ese motivo conocían a unos frailes de un convento que lo iban a cerrar definitivamente. Así que le regalaron a mi abuelo una imagen de la Virgen como recuerdo de su amistad .
Fue de esta manera como llegó la Virgen a nuestra familia y ha formado parte de la vida de todos nosotros.
Durante la guerra civil Barbastro quedó en zona republicana y la Virgen se salvó porque la vistieron de muñeca. Por desgracia no pasó lo mismo con mi abuelo y mi tío que fueron fusilados por el hecho de ser católicos y practicar su religión.
Cuando acabó la contienda mi abuela mandó hacer una vitrina para la Virgen y siempre ocupó un lugar de honor en la sala de su casa. Antes de morir mi abuela dejó dicho que la Virgen era para mi madre; ya que como ella había venido de Sevilla. Pero mi madre la dejó en la casa mientras mis tíos vivieron que gracias a Dios fueron muchos años.
Cuando mis tíos faltaron mi madre se trajo la Virgen a casa con su vitrina y la tuvo colocada en su habitación ya que le tenía muchísimo cariño y devoción. La Virgen siempre ha llevado el pelo natural de alguien de la familia y actualmente lleva el que le cortamos a mi hija después de su primera comunión.
Al faltar mi madre la Virgen está en casa de mi hermana pequeña colocada en su lugar como siempre y rodeada de flores. Todos le tenemos un cariño especial porque forma parte de la historia familiar y sabemos lo importante que fué para todos aquellos seres queridos que ya no están con nosotros.

Carmen

6 comentarios:

jeringuera dijo...

Que bellísima historia la de tu virgen cita que buen recuerdo que os dejo tu abuelo, y que bonito que la virgen lleve el pelo de tu hija, conservarla con todo el cariño que se merece, es una bonita joya ,besos Isabel.

Ana Mª Dominguez dijo...

Preciosa historia Carmen, y como dice Isabel teneis una joya en casa.
Siento que a tu abuelo lo fusilaran. Mi bisabuelo tambien era guardia civil, en Marruecos y alli fue donde se enamoró mi abuelo de su hija, mi abuela Ana.
Un beso.

fontenla dijo...

Bonito relato, con una cierta dosis de sentimientos y misterio,tus relatos me recuerdan al mago del suspense, que lo lees ávido por llegar al final de la historia.

Anónimo dijo...

Muy bonito el contenido y muy bien como lo expresas, tus historias tienen algo especial.
Me gustaria saber de que convento procede la Virgen, podriamos indagar un poco y situar la historia.
Besos
Pilar

Anónimo dijo...

Hola, Carmen que bonita historia y muy bien relatada, me gustan todos los escritos que haces pues te expresas muy bién.
un beso Reme

Valonero dijo...

Carmen

Tu artículo narrando la historia de tu familia, que tan ligada está a esa Virgen cuyo advocación no mencionas, es realmente maravillosa, tanto por su contenido como por la forma en que la cuentas. Desconocía esas facetas de tu vida.
Es una historia apasionante. No te miento si te digo que se me han humedecido los ojos.
Yo he vivido las mismas vicisitudes que tu abuelo. Sé lo que es cambiar de residencia frecuentemente. Ya te conté que he tenido casa en Sevilla, Reus, Barcelona, Madrid, Toledo, Seo de Urgel. Castellón, Tarragona, Castellón (otra vez) Valencia. Además, sin llegar a poner casa he pasado por otros lugares.
Tras leer esta historia te valoro y aprecio un poco más.

Un saludo